RABIETAS INFANTILES

Algunas claves para prevenir las rabietas de los niños

¿Quién no ha oído (y temido con los pelos como escarpias) esas rabietas de los 2 años? La terrible aDOSlescencia… ¡Y ya no digamos las de los 3 años! Cuando parece que sí o sí tienen que salirse con la suya. En general, las rabietas de los niños son una de esas etapas que sabemos que tenemos que pasar pero, a ciencia cierta, no tenemos mucha idea de qué hacer en ella. Y precisamente de eso se trata hoy: de revisar algunas claves que nos den seguridad en este camino que sí o sí vamos a transitar.

 “El enojo es una señal: una, que vale la pena escuchar…”

Harriet Lerner

Aunque los 2 y los 3 años se erigen quizá con el primer premio en cuanto al número e intensidad de las rabietas, la realidad es que los niños suelen empezar a retarnos mucho antes. Como en tantas cosas relativas a los niños no existe un momento exacto común a todos, pero lo cierto es que entre los 12 y los 18 meses ya pueden aparecer las primeras rabietas en los bebés y se suelen prolongar hasta ya pasados los 4 años. Oh yeah…, rock&roll!!! 🤟🏼

La buena noticia, mamis, es que a partir de ese momento suelen ir en progresiva reducción. ¡Ojo! Hay que seguir preparadas para que sigan apareciendo… pero lo más habitual es que sea en formato esporádico 😊

¿Por qué aparecen las rabietas de los niños?

El primer pensamiento que a todas se nos viene a la cabeza es… ¡para amargarme la vida! Y es que, aunque lo digamos en broma, es cierto que estos episodios nos ponen tensas a tope!

Ahora en serio… Lo cierto es que las rabietas infantiles no son si no la manifestación de la frustración de un niño ante un deseo que no puede cumplir. Dicho en plano: no consigue lo que quiere y sufre una pequeña explosión de rabia. 

La primera clave fundamental que debemos entender alrededor de las rabietas de los niños es que son NOR-MA-LES. Y no normales porque ‘a los demás también les pasa’… Normales puesto que derivan del punto de madurez que tiene su cerebro en esa franja de edad y, por tanto, son necesarias y forman parte de su desarrollo.

Retar los límites y las normas que los padres les ponemos e investigar hasta donde pueden llegar, aun siendo a través del recurso de las rabietas, es parte del proceso de crecimiento, de su desarrollo (y autodescubrimiento) como seres independientes más allá de su madre y por tanto necesitan retar los límites.

Saber esto alivia, ¿eh? Al menos debería servirnos para tener consciencia de que responde a una etapa de desarrollo y no tiene nada que ver con esos sentimientos/pensamientos que en muchas ocasiones nos acechan: no lo estoy sabiendo hacer, es mi culpa, etc. Así que aleja esos pensamientos y céntrate en las cosas que te van a ayudar a sobrellevar mejor esta situación y en evitar aquéllas que pueden empeorarla…

Que NO hacer ante la rabieta de un niño

Muchas veces, llevados por la situación que se torna incómoda y nuestra necesidad de que cese, los padres solemos tender a empeorar una rabieta… Increíble ¡pero cierto! Así que toma nota de la siguiente clave y evita cosas como:

  • Tomártelo como algo personal: el objetivo final de la rabieta infantil para nada es “buscar las cosquillas” a los padres. Los niños tienen ese comportamiento porque es la única forma a su alcance en ese momento para expresar lo que están sintiendo. Y esto es esencial: debemos entender que no saben hacerlo de otra manera.
  • Dejarte arrastrar por las emociones del niño: aquí las neuronas espejo tienen mucho que ver. Y, por eso, un mantra ha de instalarse en nuestra cabeza: cuanto más calmada esté yo, más se calmará él.
  • Quedarte solo en la manifestación de la rabieta: Para aprender a gestionarlas, ¡e incluso evitarlas!, es fundamental entender el origen de la misma: ¿qué la puede estar provocando?¿por qué sí puede tener sentido eso que está haciendo y diciendo mi hijo?
  • Minimizar sus emociones: ¡cuántas veces se nos escapa un ‘eso es una tontería’!; o ¿pero por qué lloras por eso?; también el clásico ‘¡pero si no es nada!’. Debemos aprender que si ellos le dan esa dimensión es porque lo que están sintiendo es importante y no consiguen gestionarlo de la forma adecuada.
  • Ignorarles: quizá la mayor razón de ser de la rabieta es poder expresarte lo que les pasa… ¡imagina cómo te sentirías tú si explotas de emociones por dentro y nadie te presta atención!
  • Ridiculizarles: frases-joya como ‘¡qué feo te pones cuando lloras!’, ‘¡así nadie te va a querer!’, ‘¡pareces tontito!’… Aunque nosotras las utilizamos para tratar de sacar peso al asunto, no funcionan para nada en esa línea y son una falta de respeto.
  • Intentar razonar con ellos durante el momento de la rabieta: cuando les dominan los sentimientos de esa manera son físicamente incapaces de escuchar lo que les tengamos que decir. Calmarse debe ser lo primero.

Que SÍ puedes hacer para evitar las apariciones de rabietas infantiles

Como explicaba al principio, desear una maternidad sin rabietas es 100% es como querer un unicornio 🦄, muy bonito pero una utopía 😊 Lo que no significa que no podamos utilizar recursos para trabajar prevenirlas y saber como reaccionar cuando aparecen. He aquí otra de las grandes claves: usar recursos como los que te propongo a continuación para evitar que los niños se sientan ‘ninguneados’ o con falta de atención y poder:

  • Ajusta tu tono verbal y tu lenguaje gestual: mantener un tono amable y calmado, aunque en ocasiones deba ser firme, pero evitando cualquier señal de agresividad será muy importante para neutralizar la aparición de posibles rabietas.
  • Habla en positivo: lo más habitual es que les recordemos mil y una veces al día todo lo que no tienen que hacer (¡no subas ahí!, ¡no toques eso!, ¡no corras!, ¡no grites!). ¿Y si lo transformas en peticiones en positivo? Conseguirás que estén mucho más predispuestos a colaborar y, por tanto, que no sientan esa necesidad de retarte.
  • Trata de conectar con ellos antes de hacerles alguna petición: asegúrate de que te están prestando atención y, por tanto, te escuchan y son capaces de repetir lo que les has solicitado. Hacerlo de esta forma les ayudará a ser más conscientes de lo que hay que hacer y no entrar en “batalla” por ello.
  • Trabaja mucho las transiciones: esto ayuda significativamente a minimizar los enfados al tener que terminar una actividad o pasar a la siguiente rutina; ya que les avisa de qué va a suceder y, por tanto, a suavizar la transición entre una y otra actividad.

Los cuentos: una herramienta esencial para la gestión de las rabietas

Enseñarles a gestionar las emociones es fundamental para “salir airoso” de esta etapa de rabietas 😊 Los cuentos son una alternativa fantástica para ello, ya que son herramientas que contribuyen a validar sus emociones, normalizar sus sentimientos y hacer que se sientan identificados con otros personajes que experimentan lo mismo que ellos.

Además, en el caso de las rabietas infantiles, hay mucha (¡y muy buena literatura!) sobre el tema. Os dejo aquí algunas opciones que os pueden servir de mucha ayuda en esta etapa.

  • Vaya rabieta (Mireille d’Allance) Cuenta la historia de Roberto, un niño que ha tenido un día de esos en los que todo le sale al revés. Después de que el padre incluso le manda a su habitación, su enfado crece tanto que sale de golpe sin poder controlarlo. 

Los niños se identifican muy bien con Roberto, ya que les ayuda a poner en palabras algunas de las emociones incontrolables que ellos también sienten; y, sobre todo, cómo el control en esos momentos les puede ayudar mucho.

  • Tengo un volcán (Miriam Tirado/Joan Turu) Gracias a este libro conocemos a Alba, una niña que explora qué es lo que le hace sentir un volcán en su interior (a veces el cansancio, el hambre…). Desde una perspectiva de empatía hacia las emociones de los niños, valida sus sentimientos sin culpabilizarlos, para así no llegar a la explosión final de ira.
  • Rabietas (Susana Gómez Redondo/Anna Aparicio Catalá) – Lo protagoniza un niño que suele ver la vida de color de rosa; pero a veces… ¡también se enfada! Y esto le pasa en el cuento tras recibir varias negativas de sus padres, lo que nos permite ver cómo va pasando por las distintas etapas de una rabieta, basándose en identificar los estados emocionales que experimenta con los colores.

Si te has quedado con ganas de más te recomiendo que veas la entrevista que me hizo Natalia de https://miotroyo.es el otro día hablando precisamente de este tema, ¡seguro que te va a encantar!, puedes ver aquí la entrevista: ¿por qué nos retan y tienen rabietas los niños?

¿Preparada para afrontar las rabietas con otro ánimo? ¿Qué recursos te funcionan mejor para conseguir que se calmen? ¿Recomiendas algún otro libro para que tengamos una biblioteca llena de recursos?

¡Te espero!

Sin comentarios

Publicar un comentario