problemas de pareja por los hijos

Problemas de pareja después de tener un hijo

Tener hijos significa contar con una explosión de amor en el hogar. Pero normalmente también implica el surgimiento de muchas crisis y problemas de pareja derivadas de las nuevas necesidades y responsabilidades que hay que afrontar. Tomar consciencia de la situación y poner manos a la obra para enfrentarlo en positivo será fundamental para salir reforzados como pareja después de que la familia aumente.

 

“No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas”

Paulo Coehlo

Antes estabais tú y él. O tú y ella. ¿Y qué hacíais por San Valentín? Quizá salir a cenar, quizá se añadía algo más especial como un espectáculo de música o teatro. O a lo mejor simplemente os pasabais la noche en el sofá comentando que esta celebración es un poco absurda y que se ve a la legua que está liderada por el interés comercial.

Pero el caso es que estabais juntos.

¿Y qué pasa ahora? Pues imagino que bastante similar a lo que vivo yo: a lo mejor lo celebramos, sí; pero eso implica acordarse de coordinarlo con abuelos para garantizar canguro, dejar todo listo para que nada falle en tu ausencia y tampoco descartes que toque hacer alguna manualidad para el cole porque allí también se celebra el día de San Valentín  😅

Muchas veces, pasar tiempo juntos en pareja más que una celebración parece casi una auténtica carrera de obstáculos.

Los problemas de pareja después de tener hijos son normales

Que surja una crisis en la pareja tras la llegada de los hijos es algo habitual y que se repite en muchísimos casos. Es importante, por tanto, normalizarlo, afrontarlo con calma y siendo consciente de que forma parte del desarrollo habitual de la relación. 

No se trata de simplemente quedarnos expectantes e inmóviles esperando a que pase. Pero ya sabéis lo que opino… tomar consciencia y alejar culpabilidades por la situación va a ser un paso clave de cara a no solo superar el bache, si no salir reforzados como equipo 😍

Ten en cuenta que nuestro tiempo como pareja se ha disminuido considerablemente y que, muchas veces, nuestras prioridades y esfuerzos se han concentrado en lo que demandan nuestros hijos. ¿Acaso no es lo lógico que surjan problemas de comunicación en la pareja si tenemos hasta dificultad para encontrar momentos de intimidad? 

El ritmo del día a día, la falta de sueño inherente a la crianza, nuevas responsabilidades… todos esos factores afectan de forma determinante en nuestra relación, ya que empequeñecen el tiempo y el espacio reservado a compartir con la pareja, que es el momento y el lugar en el que de forma natural se resuelven los conflictos. 

Compartir tiempo es la mejor solución a los problemas de pareja

¡Nadie dice que vaya a ser fácil! Los horarios apretados, el ritmo de vida y las necesidades y responsabilidades derivadas de los hijos no van a desaparecer..

Pero sacar tiempo de cualquier lado para dedicárselo a tu pareja es fun-da-men-tal para volver a reconectar y a recuperar fuerzas. 

¿Recuerdas que muchas veces hablamos de la necesidad de autocuidado? Cuidarse a uno mismo para luego poder cuidar… ¡Pues en este caso es lo mismo! Necesitamos cuidar nuestra pareja si queremos que esta funcione mucho más sincronizada tanto en su faceta romántica, como en la de compañerismo, como para afrontar los retos de la maternidad/paternidad.

No empecéis con objetivos muy ambiciosos, porque como todo, necesitaréis tiempo y esfuerzo. Pero aquí os dejo un par de ideas que me parecen interesantes, y sobre todo realistas, para aplicar como punto de partida:

1. Hablad todos los días:

Si ya solo duermes apenas seis horas, ¿qué más da si son cinco horas y media? 😉 El objetivo es sacar esos 15 o 20 minutos diarios que os podáis dedicar el uno al otro. Y aunque a veces parezca que vuestro tema de conversación se centra en los hijos: ¡no os preocupéis! Estos ratitos compartidos servirán para solucionar los conflictos que hayan ido surgiendo y muchos, inevitablemente, estarán relacionados con los niños… Pero la resolución de estas cosas hará que estéis más relajados y, por tanto, mejorará vuestro entendimiento como pareja. Poco a poco, se irá fortaleciendo de nuevo vuestra intimidad. 

2. Incluid rutinas de demostración de cariño:

Imagina que estás trabajando y de repente recibes un mensajito de tu pareja diciéndote simplemente que te quiere o que está pensando en ti… ¿es algo que te sacaría una sonrisa?¿es algo que te parecería ciencia ficción?👽 Esto que quizás al principio es mucho más frecuente, se va perdiendo, así que te sugiero que retoméis esas rutinas ¿Te atreves a dar tú el primer paso?.

No ha de ser nada complejo; un beso al salir o al llegar; una llamada en medio del día; un mensaje… pequeños gestos que podemos incorporar a la rutina cotidiana pero que tienen un gran significado: sea como sea el día de ajetreado u ocupado, siempre se rasca un segundo para acordarse del otro y decírselo. 😊

Cuando en el problema también está la solución

Uno de los grandes frentes de batalla está en conseguir un reparto equitativo de las responsabilidades del hogar. Sinceramente, es muy difícil llegar a un equilibrio exacto y suele ser fuente de conflicto y de tensión en muchas parejas. Y esto se magnifica cuando además implica atender una casa con niños, donde los quehaceres parece que se multiplican exponencialmente…

Pues aunque creas que tus hijos originan estos conflictos y son parte activa y que eso se deriva también en los posteriores problemas de pareja; realmente en sus manos puedes tener gran parte de la solución al propio conflicto.

Y es que si tenemos en cuenta a nuestros hijos a la hora de hacer ese reparto equitativo de las responsabilidades del hogar estaremos ganando en dos sentidos:

-Por un lado, fomentaremos un montón de aspectos positivos en nuestros hijos, fundamentales dentro de su educación y en su desarrollo como personas : el sentido de la responsabilidad y el trabajo en equipo, el contribuyo de manera significativa a que mi familia funcione y sea lo que es, entiendo mi rol dentro de la misma, además de incentivar su autonomía y confianza en sí mismos y el me siento capaz.

-Por otro lado, y aunque este sea un aspecto secundario, la  contribución de los niños en el hogar ayudará a aliviar las responsabilidades que tu pareja y tú tenéis que asumir, por lo que contribuirá en positivo tanto a que se rebaje vuestro nivel de estrés, como a que disfrutéis de más tiempo para poder compartir y reforzar la relación.

Que no te parezca ciencia ficción. Los niños pueden y deben colaborar en la familia, ya que esto aportará inmensos beneficios para su desarrollo. Y se puede lograr sin conflictos ni amenazas. Palabrita. 😉

Haced sólido vuestro frente común

Ya hablamos en alguna ocasión que educar en pareja no significa tener que estar siempre de acuerdo: la diversidad ha de verse en positivo y entender que suma y no resta. No obstante, también es importante partir de un punto común, de una base compartida, especialmente en lo que se refiere a la educación de los hijos.

Y es que esto ayudará enormemente a reducir tensiones y a que podáis avanzar mano en mano como pareja y como padres.

Formaros juntos y adquirir herramientas compartidas que podáis aplicar a la educación de vuestros hijos puede ser una gran forma de fortalecer la relación, ya que os dará la base para caminar en la misma dirección teniendo ambos total confianza en el otro a la hora de afrontar los conflictos que surgirán en el contexto de la maternidad y la paternidad.

A lo largo de vuestra relación siempre deberéis afrontar conflictos, pero sabiendo cómo afrontarlos y enfrentarlos, los problemas de pareja servirán no para separaros si no para reforzar vuestra unión.

¡Te espero!

Helena
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