Educar en pareja

Dos claves para educar en pareja

 

Educar en pareja es maravilloso pero nos hace también en ocasiones enfrentarnos a incertidumbres y miedos. Si ponerse de acuerdo con una misma sobre cómo actuar con tus hijos ya tiene miga, ¡imagina coordinarte con otra persona para educar al unísono! 😅

«Puesto que yo soy imperfecto y necesito la tolerancia y la bondad de los demás, también he de tolerar los defectos del mundo hasta que pueda encontrar el secreto que me permita ponerles remedio”

M. Gandhi

 

Seamos sinceros: ser una pareja no significa que siempre, siempre, siempre veamos todo de la misma manera o tomemos las mismas decisiones.  Y, por supuesto, esto también abarca a lo relativo a los hijos… Educar en pareja es un reto en la mayoría de los casos porque exige traer a un punto común maneras de pensar diversas que no coinciden en el 100% de los casos.

Pero ser dos personas distintas embarcadas en un mismo proyecto, lejos de ser un impedimento puede ser también una oportunidad. ¿No te lo crees? Sigue leyendo y verás las claves imprescindibles para sacar el máximo partido a las diferencias que pueden surgir al educar en pareja.

Diferentes sí, pero elegid una base en común

Tener gustos diferentes, formas de actuar alternativas y modos de afrontar las cosas que no siempre coinciden pueden caracterizar el día a día de una pareja. Llegar a un entendimiento y coincidir en el respeto hacia la otra manera de ser será fundamental para cimentar una relación y convivencia sólida.

Al educar en pareja también se debería poner una base en común e ir de la mano en cuanto a cómo tratamos y educamos a nuestros hijos. Siguiendo la filosofía de la metodología My Family Lab, gracias a la que se ha formado esta maravillosa comunidad, podríamos hablar de una base compartida que entiende la educación de los hijos desde el respeto y la comunicación; y también desde el cariño y la empatía. Empatía hacia ellos, nuestros pequeños, pero también hacia nosotros mismos como padres, dando cabida a la toma de consciencia por delante de las culpas y los juicios.

Dicho esto, compartir diferencias también puede aportar en positivo a la educación de los niños, ya que les prepara para vivir en un mundo diverso y afrontar un futuro en el que tendrán que entenderse con personas también diferentes.

Cuando las diferencias conyugales suman y no restan

Las diferencias entre los padres no siempre tienen por qué restar. De hecho, el estar de acuerdo en que no siempre tenemos que estar de acuerdo ¡nos enriquece! 😊

Nuestros hijos nos perciben como una unidad familiar, con unos valores y una manera de actuar que nos hace ser “nosotros”. Al mismo tiempo, ellos pueden ver que sus padres son además de una unidad famliar, dos personas individuales con dos formas de ejercer la maternidad y  la paternidad diferentes. ¿Y qué aporta esto? Enseñarles en diversidad: que los puntos de vista diferentes tienen igual validez y son permitidos.

Educar en pareja es posible si sigues estas claves

Para conseguir en la misma dirección aun enarbolando diversidad de opiniones, nosotras como madres y padres deberemos garantizar dos claves:

1.- Tolerancia

Es fácil no coincidir a la hora de afrontar las situaciones que nos plantean nuestros hijos. Pero sabiendo que partimos de una base común, es fundamental mostrar tolerancia hacia la pareja para saber que su forma de hacer puede ser igual de válida que la tuya. Entender el punto de vista de la otra persona, sin que necesariamente tener que estar de acuerdo, será un ejercicio de empatía del que sin duda aprenderán vuestros hijos.

2.- Confianza

¿Cuántas veces te ha pasado que a la hora de fijar límites y consecuencias tú has sido más estricta que tu pareja? ¿O viceversa? ¡No coincidir es lo más habitual! Pero en estas situaciones, demostrar confianza hacia tu pareja y respetar sus decisiones os hace más fuerte como padres. Y en el caso de que haya una discrepancia muy grande, en privado y cuando los niños no estén, podéis hablar y ajustar esa distancia: ¡porque el camino siempre se hace andando!

No sabemos cómo será el mundo dentro de unos años, pero sí sabemos que nuestros hijos estarán marcados por la educación que les estamos dando. Educarles desde un ejemplo de aceptación a lo diverso y diferente, la tolerancia, el respeto y el amor será el mejor ejemplo para ellos para que se conviertan en personas tolerantes. ¿Y tú? ¿Ejerces estas dos claves? ¿Tienes alguna otra para compartir con esta comunidad?

 

En definitiva, no hay una única forma de educar; ni tampoco de ver el mundo. Y eso, ¡es enriquecedor!

Y si estás en sintonía con la metodología My Family Lab basada en educación respetuosa y quieres profundizar en ella, descubre las herramientas que ofrece para reconectar con tus hijos, siempre útiles y aplicables en el día a día. En la web tienes disponible mi curso online Madres al Borde de un Ataque de Nervios. Además también está a tu disposición la posibilidad de hacer una sesión gratuita de diagnóstico para trabajar lo que te preocupe en el formato de sesiones de coaching familiar.

¡Te espero!

Helena 
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