
18 Jun Duelo infantil: 4 claves para hablar sobre la muerte a los niños
Que esta ha sido una primavera convulsa creo que no lo puede negar nadie. Nuestros hijos han vivido un parón en sus vidas y se han familiarizado con conceptos como pandemia, virus y también muerte… Muchos papis y mamis han tenido que forzosamente enfrentarse al duelo infantil debido a la pérdida de familiares; y otros muchos seguramente han tenido que responder preguntas acerca de la muerte que resultan incómodas y para las que no se sentían preparados. Por eso hoy vamos a hablar de cómo afrontar este momento con nuestros hijos ya que, antes o después, es algo necesario.
“No hay duelo como el del que no habla”
Henry Wardsworth Longfellow
En la actualidad, por influencia de la cultura o herencia de la tradición, nos hemos ido olvidando poco a poco de que la muerte es parte del proceso natural y se incluye inevitablemente dentro del propio ciclo de la vida. Experimentar duelo, por tanto, debería ser algo sino habitual, sí al menos normalizado y abiertamente mostrado.
Sin embargo, la realidad es que tendemos a hacer todo lo contrario. En nuestro afán por proteger de dolor a nuestros hijos, tratamos de evitar y ocultar el tema, alejarlo de ellos haciendo como que no existe.
No es una práctica aislada: como padres sentimos siempre la tentación de proteger y ayudar a nuestros hijos; pero en ocasiones nos olvidamos de que experimentar dolor, fracaso, frustración son caminos que sí o sí nuestros hijos deben transitar para poder aprender herramientas que les ayudarán a afrontar situaciones similares a lo largo de sus vidas.
El caso es que el acompañar el duelo infantil nos resulta tremendamente difícil, doloroso e incómodo. Hablar con los niños acerca de temas como la muerte es un peldaño más para contribuir en su proceso de madurez. Pero, sobre todo, para garantizar que llegado el momento estén dotados de las herramientas necesarias para que sepan gestionar las pérdidas y el duelo que sufrirán fruto de ellas.
4 claves para prepararnos y acompañar el duelo infantil
Se puede y se debe, por tanto, hablar de la muerte con los niños: aleja las reacciones instintivas a las que solemos recurrir (‘no se lo digas, que es muy pequeño’; ‘no tiene por qué enterarse; además, no lo entendería…’) y plantea una comunicación fluida. Eso sí teniendo en cuenta lo siguiente:
1. Debes adecuar el mensaje a la edad, madurez y capacidades del niño
La conversación con tu hijo debe responder, ante todo, a la verdad. Esto es fundamental. Sin embargo, el mensaje y la forma de transmitirlo deben estar sustentados en las palabras adecuadas: aquellas que se correspondan con el nivel de maduración del niño y que, por tanto, pueda comprender y asimilar. Es importante explicarles que la muerte es algo universal que siempre pasa, no porque sea algo malo si no, simplemente, porque es parte del ciclo de la vida. Tomar la iniciativa y explicarles nosotros mismos qué es la muerte y por qué sucede es vital, ya que de esta forma evitamos que ellos generen teorías de forma aislada para responder aquellas dudas que les surgen y ante las que no tienen respuestas adecuadas.
2. Debes dejar claro que la muerte es irreversible
Es un estado que no tiene vuelta atrás y deben entenderlo así. Por ello, es fundamental apostar por un lenguaje cuidado pero claro y directo que evite eufemismos (‘se ha ido’, ‘está dormido’ ‘ha ido a un lugar mejor’): los niños, especialmente cuanto más corta es su edad, pueden no contar con la capacidad para saber interpretar las palabras de forma no literal. Por eso, si utilizamos expresiones más suaves pero poco claras podemos en realidad estar sembrando sombras de duda y malentendidos que pueden llegar a generar miedos y angustias (a dormirse ellos, por ejemplo).
Es muy posible que una única conversación no sea suficiente: en los juegos, dibujos y películas existen muertes “de mentira” o “pasajeras”, por lo que este imaginario choca con la realidad; que necesitarán procesar con calma para ir adquiriendo poco a poco la madurez del pensamiento que les explicamos.
3. Vincula la muerte con el fin de las funciones vitales
Ayudar a los niños a entender que cuando una personal fallece sus capacidades y sentidos también desaparecen (ver, oír, hablar, etc.) es de gran importancia. Frases aparentemente inocuas como ‘te sigue viendo’, ‘cuida de ti mientras duermes’, ‘puede oírte’, ‘si te ve así se enfadará’, pueden generar importantes episodios de angustia y confusión en los más pequeños ya que, una vez más, les cuesta interpretar fuera de la literalidad de las palabras.
4. Explícale por qué morimos
Que es parte del ciclo de la vida y es un proceso natural, al igual que lo es sentir duelo cuando sucede. Para evitar que los niños puedan desarrollar ideas o teorías basadas en la culpabilidad como causa de la muerte (‘falleció porque yo no estaba allí’, ‘o porque no le hice caso’) conviene hacer hincapié en que la muerte se debe a cuestiones físicas, principalmente: la avanzada edad o el mal funcionamiento de un órgano vital. De hecho, con niños menores de 6 años conviene remarcar con adjetivos reiterados esa idea de edad o enfermedad: murió porque era muy muy muy viejito; o porque estaba muy muy muy enfermo. Ya que esto le dará más tranquilidad al ayudarle a entender que no por ser algo mayor o tener en un momento dado una enfermedad significa que se produzca un fallecimiento.
Trabajar el duelo infantil más incómodo: mamá, ¿tú te vas a morir?
Cuando se trata un tema con los más pequeños es inevitable que vayan surgiendo dudas y preguntas alrededor de él… ¡Y normalmente en los momentos más incómodos e inesperados! 😊
Si estás acompañando el duelo de tu hijo debido al fallecimiento de un ser querido; o si fruto de ver las noticias o experiencias cercanas estáis hablando sobre el tema para que el niño trabaje en su procesamiento y maduración, es muy habitual que en algún momento hagan la temida pregunta: y tú… ¿te vas a morir?
La duda es fruto de la ansiedad, angustia e inseguridad que empiezan a sentir cuando van comprendiendo el significado de la ausencia tras el fallecimiento; a veces provocado no tanto por la propia pérdida, si no por la sensación de abismo a la que se enfrentan al pensar qué sucedería con ellos entonces: ¿quién les cuidaría?
¿Qué podemos hacer en estos casos? Dos recomendaciones:
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- Para frenar la ansiedad, explicarles que falta mucho tiempo para eso.
- Para darles confianza y seguridad, decirles abiertamente que en caso de que sucediese algo inesperado cuenta con personas de confianza a su lado (tu pareja, sus abuelos, sus tíos, sus padrinos…) que se encargarían de él en todo momento.
Hablar de muerte con los niños o acompañar el duelo infantil parece casi antinatural: ¡si acaban de llegar a la vida! Pero es que esa es la cuestión: la muerte forma parte del proceso natural de la vida y, por tanto, inevitablemente estarán expuestos a ella. Por ello es mucho mejor ayudarles a que tengan las herramientas necesarias para la gestión del duelo al que se enfrentarán llegado el momento, ya que contribuirá a que afronten esas situaciones con mayores garantías de “éxito”. En cualquier caso, si es un tema que por el motivo que sea se os ha enquistado, porfi, porfi, porfi, no dudéis en poneros en manos de un profesional que os eche una mano.
¿Te han surgido situaciones en las que hayas tenido que hablar con tus hijos sobre la muerte? ¿Es un tema del que hayáis hablado en algún momento?
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