peleas entre hermanos

Las peleas entre hermanos SÍ tienen solución

“La violencia es consecuencia de la competencia; y la competencia es una consecuencia de la rivalidad y la comparación

Jorge Bucay

No sé si a ti te pasa lo mismo, pero yo cuando pienso en verano, me imagino tranquila, relajada, en la playa o la piscina, descansando, y viendo como mis hijos disfrutan y juegan juntos creando recuerdos inolvidables para el futuro… ¿A que tú también vives veranos y vacaciones de ensueño como esas?  :_) ¡Pues claro que no! La realidad normalmente nos pone en nuestro sitio y nos enseña que, como mínimo, la mitad de las veces que los niños comparten su tiempo la cosa en vez de acabar en comedia termina en tragedia… Y es que sí, las peleas entre hermanos suceden y suelen ser de las situaciones que más nos cuestan a las mamis y papis gestionar.

Hablar de erradicar por completo estas confrontaciones entre hermanos es un poco ciencia ficción, la verdad. Es bueno entender que se producen en parte porque es la forma que nuestros hijos encuentran para gestionar sus emociones, ya que no siempre pueden verbalizarlas o racionalizarlas. ¿Acaso tú no recuerdas las peleas con tus hermanos o hermanas? ¿O incluso primos y amigos cercanos con los que compartías largos períodos de tiempo de juego o vacaciones? ¡Claro que sí! Es parte también de esta etapa de crecimiento y maduración.

Pero nosotras, como mamis, también podemos tener un papel proactivo de cara a prevenir y minimizar estos conflictos porque, aunque sean parte de una infancia normal, no tienen por qué dominar la relación entre nuestros hijos y conducirnos a un clima de tensión en la familia. Y en este post te voy a dar unas pautas que espero que te ayuden.

¡Atenta! ¡Que empezamos ya! 😊

Adelantarse a las peleas entre hermanos es crucial

Al igual que cuando hablamos de establecer rutinas de verano o en la asignación de tareas, tomar la iniciativa y adelantarse suele funcionar genial con los más pequeños. Esto no quiere decir que debamos desarrollar el super poder de un olfato ultrasónico que nos permita intuir una pelea dos horas antes de que se produzca (¡aunque no suena nada mal, eh! 😉)… si no que vale la pena que hagamos un esfuerzo extra en ser conscientes de las necesidades de los pequeños porque eso nos ayudará a que se produzcan menos conflictos.

¿Recuerdas cuando hablamos de la necesidad emocional de atención que siempre debemos tratar de tener cubierta? Pues tener esto en cuenta te ayudará muchísimo a la hora de afrontar las peleas entre hermanos. Muchos de estos conflictos se producen como una llamada de atención de nuestros hijos, buscando nuestra atención aunque sea como respuesta a un comportamiento negativo. Si yo descubro que para tener la atención de mamá o papá basta con pelearme con mi hermano, ¿qué crees que haré cuando sienta que necesito esa atención? ¡Bingo!

La rivalidad como origen de las peleas entre hermanos

Cuando se producen este tipo de conflictos siempre suele haber un componente de rivalidad entre los hermanos. Una de las mejores formas de acabar con esta rivalidad es conseguir que dentro de esa atención que prestamos a nuestros hijos, podamos incluir darles un tiempo personal, individualizado y de calidad que colme sus expectativas. ¡Y no te agobies pensando de dónde vas a sacar tantas horas! No se trata tanto de la cantidad de tiempo, como de la calidad del mismo… Si es de lo que puedes disponer, 10 minutos para cada niño pueden ser suficientes. Eso sí, afróntalos como un tiempo dedicado en exclusiva para cada uno, en el que sólo estés tú con él o ella, sin interrupciones posibles y centrándote en compartir con ellos actividades y/o conversaciones centradas en sus intereses.

Les has dicho a tus hijos alguna vez aquello de: ¡venga! a ver quien recoge primero sus juguetes, o ¡a ver quien se termina antes la comida…! Pues esos juegos inocentes en muchas ocasiones no hacen sino fomentar la rivalidad y las peleas entre hermanos.

Además, es fundamental que como mamis trabajemos duramente en evitar las comparaciones entre los hermanos; ya que suponen la pieza central sobre la que se suele construir la rivalidad entre hermanos.

Y si llegan las peleas entre hermanos, ¿cómo afrontarlas?

Como os decía, las peleas – al igual que las meigas – haberlas “haylas”… Aunque todo lo anterior nos ayudará y mucho a minimizar su aparición, lo lógico es que en algún momento se produzcan choques entre los hermanos. Así que a continuación van algunos consejos que puedes poner en marcha la próxima vez que tus hijos vayan camino de una batalla épica:

1. No interferir:

Que puede sonar a escurrir el bulto… pero también resulta ser bastante eficiente porque,

  • por un lado, estas luchas suelen querer buscar nuestra atención, así que no interviniendo neutralizas su objetivo principal y, por tanto, las desarmas
  • y, por otro, debemos confiar también en que ellos vayan aprendiendo a resolver sus propios conflictos y llegar a soluciones. Y de esta forma les das la oportunidad de hacerlo.

Sin embargo, si notas que la pelea va en aumento o puede desencadenarse alguna agresión física, aunque sea pequeña, entonces…

2. Ayudarles a expresar lo que está pasando:

No hay que tomar partido por ninguna de las partes, ni buscar ofensores y ofendidos. Simplemente dejar que exprese cada uno sus emociones. Esto es fundamental para que pueda haber un principio de entendimiento.

3. Incentiva la búsqueda de soluciones conjuntas: 

Una vez que estén calmados, anímales a que trabajen juntos explorando posibles soluciones al conflicto con las que los dos (o más) implicados estén satisfechos.

4. Mismas consecuencias:

Y en caso de que en ese momento sean incapaces de encontrar una solución, establece una consecuencia que sea igual para todos. Por ejemplo, si discuten por un juguete, sería interesante que de forma calmada les expliques que es necesario que lleguen a una solución y acuerdo entre los dos o, de otra forma, el juguete se guardará hasta el día siguiente. Es una fórmula sencilla con la que suelen “entrar en el juego” al entender que trabajar juntos va en su propio beneficio.

¿Sigues ya algunos de estos pasos cuando surge un conflicto en casa? ¡Conseguir una solución conjunta es la mejor forma de sacar algo positivo de un enfrentamiento!

Por supuesto, este es un tema que daría para ahondar mucho más. La metodología My Family Lab, de hecho, contempla también herramientas específicas que nos pueden ayudar a gestionar, por ejemplo, esa parte de comparaciones entre hermanos y a evitar la rivalidad que suelen conllevar. Estoy ya trabajando en los talleres del curso que viene, en los que también hablaremos de estos temas; pero si quieres no esperar y profundizar antes, recuerda que también tienes la opción de una sesión de coaching de diagnóstico gratuita para explorar cómo puedo ayudarte a reconectar con tus hijos.

¡Te espero!

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