5 propósitos para año nuevo

5 propósitos para “año nuevo”

«Los propósitos determinan en lo que te vas a convertir.»

Julius Erving

¡Bueno pues ya llega el año nuevo, y con él ese afán que tenemos de cumplir con nuevos propósitos. Si eres de las que todos los años comienza cargada de buenas intenciones que se quedan diluidas por el camino, ¡bienvenida al club!. No es fácil cumplir con todos los propósitos que nos hacemos. También creo que es igual de importante reflexionar acerca de ellos igualmente. Cuando dedicamos un tiempo a pensarlos,   eso nos hace darnos cuenta de qué cosas queremos cambiar o empezar a hacer de nuevas.

Te dejo mi lista de propósitos. Ninguno de ellos es nuevo para mi, pero igualmente me propongo “renovar votos” para darles más fuerza. Espero que te sirva de «inspir-acción»! :)

 

Mi lista de propósitos:

1) Retomar hábitos saludables:

Supongo que éste es un clásico de enero, pero no por ello menos importante. Después de pasarnos las navidades haciendo excesos en cuanto a comidas y haciendo vida totalmente sedentaria, toca volver a:

  • Comer sano, hay vida después de los polvorones y el turrón,
  • Mover el cuerpo más allá de levantarse y tumbarse en el sillón,
  • Cuidar la mente, meditando y haciendo yoga en mi caso, o con lo que te ayude a mantenerte seren@ y en tu centro.

Los niños son grandes imitadores y también estos hábitos saludables es algo que terminan modelando.

2) Limitar el uso del móvil:

Muy difícil. El móvil es mi herramienta de trabajo. Creo contenidos, publico en redes sociales, pero es tremendamente importante que limite su uso a momentos concretos. Así que en estos días en los que estoy en modo vacaciones quiero utilizarlo casi exclusivamente para inmortalizar momentos que me hagan feliz. Me estoy dando permiso para estar mucho menos pendiente de correos, mensajes, redes sociales…

Sé que eso me va a ayudar muchísimo a tener muchos más momentos de conexión y de más calidad con mis hijos. Eso nos hace bien a todos, así que claramente quiero “desconectar para conectar”.

Mi hijo mayor tiene 14 años y ya tiene móvil, con lo que es muy importante que nosotros tengamos un comportamiento moderado que él pueda modelar en lo que se refiere al uso del móvil.

3) Ronda de agradecimientos:

Mantuvimos esta costumbre durante mucho tiempo pero la fuimos perdiendo, y ahora quiero retomarla sin ninguna duda. ¿Sabes que todas las personas felices tienen algo en común? Son agradecidas.

Cada noche durante la cena, cada miembro de la familia agradece desde el corazón tres cosas buenas que tiene o que le han ocurrido en el día. Ésto tiene mucho que ver con el propósito anterior. El cerebro no puede pensar en dos cosas a la vez, si le mantenemos ocupado agradeciendo por todo lo bueno, no le dejaremos espacio para pensar en lo malo.

Agradecer a diario nos hace darnos cuenta de todo lo que tenemos. Si no somos felices con todo lo que tenemos, tampoco lo seremos con lo que creemos que nos falta.

4) Cambiar el foco de lo malo a lo bueno:

Terraza frente al mar, vistas maravillosas, buena compañía, una brisa suave y la temperatura más agradable que puedas imaginar. De repente te encuentras un pelo en la comida, y todo lo maravilloso de ese momento se diluye y sólo puedes pensar en el maldito pelo. ¿Cómo puede ser que todo lo espectacular de ese momento se arruine por algo tan diminuto como un pelo?

A menudo me pasa lo mismo con las cosas que no me gustan de mí o de mis hijos. Hago o hacen algo que no me gusta y todo lo buenísimo que tengo y tienen se me olvida. Voy a poner el foco en comportamientos y rasgos míos y de mis hijos que me encanten. Porque SIEMPRE tenemos espacios de decisión, aunque a veces sea sólo sobre nuestra propia actitud.

5) Escuchar para entender y no para responder:

¿En qué momento los adultos decidimos que tenemos que tener respuesta  para todo y ser los salvadores de nuestros hijos?. Nos cuesta horrores guardar silencio mientras escuchamos a los niños, porque constantemente estamos pensando en qué responder. Y yo me pregunto, ¿no será que a los adultos nos encanta escucharnos?. Sea como sea, si estamos pensando en qué responder, difícilmente podemos escuchar con todos los sentidos. Muchas veces los niños (de 0 a 99 años) no necesitan consejos, sólo sentirse escuchados.

¿Sabes qué? La única manera de que un niño colabore voluntariamente es que se sienta conectado con sus padres, que se sienta parte de un equipo.

Si quieres que este año de verdad vuestra conexión mejore notablemente y que con ello consigas que tu hijo colabore sin que tengas que repetir las cosas un millón de veces, puedes conseguirlo a través de las estrategias y herramientas que te cuento aquí.

Y tú ¿qué propósitos tienes para el nuevo año?

¡Que el nuevo año te sonría! y como siempre si te ha inspirado te agradezco infinito que lo compartas (porfi) ;)

Helena Ruiz Pino

 

Madres al borde de un ataque de nervios

2 Comentarios
  • Rachel
    Publicado a las 21:05h, 02 enero Responder

    Q maravilloso es siempre leerte Helena…yo me uno en esos propósitos y desde luego añado el proposito de la alegria como actitud para cuidarse a uno mismo y a los demás ya que de ese agradecimiento como tu dices nace la generosidad.
    Gracias por todo el valor que aportas a tantas personas como a mi.
    Estare encantada de compartir el 2019 contigo.
    Mua!

    • Helena
      Publicado a las 18:54h, 09 enero Responder

      ¡Millón de gracias Rachel!
      Si todos integrásemos la alegría y el agradecimiento como forma de vida, el mundo será mucho mejor ¿no crees?
      ¡Pues que así sea! ¡compartamos el 2019!
      ¡Que la vida te sonría! ;)

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